En la brisa escucho tu risa,

cada sombra me recuerda a ti.

Las estrellas susurran tu nombre,

en el eco de un anhelo sutil.

La luna me abraza en la noche,

aunque duela, sé que hay un porqué.

Cada lágrima es un suspiro,

un camino que aún quiero recorrer.

Extrañar un amor, es un canto,

un latido que nunca se va.

En la distancia, hay un encanto,

una chispa que vuelve a brillar.

Aunque esté lejos, mi corazón sabe,

que un día, amor, volverás.

Las memorias son luces en la oscuridad,

pintando el cielo de un ayer.

Si cierro los ojos, aún puedo soñar,

y sentirte cerca, como un amanecer.

El tiempo es testigo de nuestro destino,

cada paso me acerca a ti.

En cada rincón, hay un camino,

una promesa que aún está por venir.

Extrañar un amor, es un canto,

un latido que nunca se va.

En la distancia, hay un encanto,

una chispa que vuelve a brillar.

Aunque esté lejos, mi corazón sabe,

que un día, amor, volverás.

Y aunque el destino nos separe,

mi alma te seguirá buscando.

Como el sol tras la tormenta,

la esperanza nunca se estará apagando.

Extrañar un amor, es un canto,

un latido que nunca se va.

En la distancia, hay un encanto,

una chispa que vuelve a brillar.

Aunque esté lejos, mi corazón sabe,

que un día, amor, volverás.

Así guardo este amor en mi pecho,

como un faro que guía mi andar.

Con la fe de que el viento lo escuche,

y te traiga de nuevo a mi hogar.