Fuimos luz, fuimos fuego que devora, una noche de verano. Fuimos viento de levante que arrasó todo lo que había creado. Fuimos aire en unas manos que se mueren por volver a tu colchón y reinventar el decorado de esta vieja función. Y siento que todo comienza y termina en ti, que tengo la mala costumbre de irte buscando en cada parte de mí. Cada parte de mí se muere por perder cualquier rastro de vida que ha dejado tu piel. Contigo siempre fui lo que nunca quise ser. Lo que nunca quise ser. Fuimos luz, fuimos fuego que devora, unas voces que callaron. Fuimos una historia que no se contó. Yo moría por gritarlo y tú dormías a su lado. Fuimos tan fugaces que se te olvidó tratarnos con más cuidado, resolvernos mejor. Y siento que todo comienza y termina en ti, que tengo la mala costumbre de irte buscando en cada parte de mí. Cada parte de mí se muere por perder cualquier rastro de vida que ha dejado tu piel. Contigo siempre fui lo que nunca quise ser. Cada parte de mí se muere por perder cualquier rastro de vida que ha dejado tu piel. Contigo siempre fui lo que nunca quise ser. Lo que nunca quise ser.